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CIUDAD DE BUENOS AIRES
PERSONAS EN SITUACION DE CALLE
Los Centros de Inclusión social, la asistencia habitacional y la reinserción social necesaria y perentoriaPor Elena Luz González Bazán especial para Latitud Periódico
3 de agosto del 2023
Lo que sigue es la historia de tres personas que estuvieron en lo que se denomina ¨Situación de calle¨ y hoy cuentan su experiencia en un Centro de Inclusión Social porteño.
LAS HISTORIAS
CARLOS
La primera historia es de Carlos, quien al igual que sus compañeros de cama, experimentó por primera vez una situación de calle durante la pandemia. Tiene 54 años y reside desde el 2022 en el Centro de Inclusión Social (CIS) Félix Lora, un "parador" histórico de la Ciudad, cuyo nombre rinde homenaje a un emprendedor italiano que realizó numerosas donaciones en la Buenos Aires de principios del siglo XX.
El primer paso fue reinsertarse laboralmente. Para ello la voluntad, los deseos propios fueron junto al acompañamiento profesional, lo sustancial para que Carlos lograra reinsertarse laboralmente y, en paralelo, ha desarrollado un proyecto de servicio de fumigación domiciliaria.
A pesar de las barreras que imponen la inflación y el mercado inmobiliario, ahora busca alternativas para alcanzar su próximo objetivo: recuperar su autonomía habitacional.Aunque su anhelo sea irse, Carlos valora en forma positiva su estadía en el Félix Lora, sobre todo por la contención y el apoyo, por ello afirma: "A mí me brindaron todas las herramientas para salir adelante. Me ayudaron a armar un curriculum, a acceder a un curso de formación, a tener una oportunidad laboral, en el área de Espacios Verdes de la Ciudad. Esa posibilidad era lo que yo necesitaba porque, a esta edad, no es fácil reinsertarse", destacó en una entrevista realizada en el comedor del CIS. No se conformó con eso, no le era suficiente.
Por ello siguió dando pasos positivos para su vida: Aconsejado por el equipo de acompañamiento que trabaja en el Lora, se inscribió a principios de este año en un concurso que fomenta el desarrollo de emprendimientos productivos, diseñado por el Gobierno porteño para quienes transitan una situación de emergencia habitacional. Su proyecto de servicio de fumigación fue seleccionado y recibió durante cuatro meses apoyo técnico y económico para su puesta en marcha. Confía en que esta iniciativa le permitirá sumar los ingresos que implica un alquiler.OSIRIS
En el caso de Osiris, de la cual contaremos una breve historia, se trata de una persona delgada, mide casi dos metros y tiene 34 años, sus facciones angulosas en su rostro lo destacan.
Egresó hace unos meses del Félix Lora, ubicado a un kilómetro de la Plaza de Mayo. A fines del 2022, quedó en situación de calle y pidió asistencia al programa Buenos Aires Presente (BAP)."Cuando llegué al CIS, no tenía empleo, y ahora estoy trabajando en una empresa de limpieza. Tuve un cambio de mentalidad en el CIS. Primero me ayudaron a reponerme anímicamente y luego a encontrar una vocación. Descubrí que tengo vocación para lo social, me gustaría estudiar trabajo social. Fue positivo haber pasado por el CIS: yo dejé de enfocarme tanto en mis problemas y empecé a pensar en cómo ayudar a la gente que tiene más problemas que yo. Y eso mismo me fue sacando adelante", explica Osiris.
MARCELO
Otro de las personas que debieron padecer la situación de vivir en la calle es Marcelo, que al igual que Carlos, se quedó sin empleo durante la pandemia y, poco después, sin vivienda.
Estuvo en situación de calle durante unos días, hasta que ingresó en un CIS. Con el acompañamiento de los equipos, Marcelo se propuso, a los 56 años, recuperar su autonomía.
¿Cómo lo hizo?
Se anotó en cursos de capacitación, fue contratado por una empresa participante del programa Redes por la Inclusión y, así, pudo egresar en noviembre del 2022 del CIS hacia su vivienda alquilada. "Mi objetivo era rehacer mi vida, volver a ver a mis familiares y amigos, y lo logré. Llevó mucho tiempo pero lo logré".A modo de corolario
Muchas son las personas que cuentan que les cuesta mucho ingresar a los Centros de Inclusión Social, que además, pasan momentos malos y que no se logran adaptar por diferentes episodios y problemáticas.
Estas historias pueden ayudar a vislumbrar que estos espacios son mejores que la calle. Se trata de que en ellos haya equipos capacitados que ayudan y orientan para salir definitivamente de la calle.
Hay dificultades, errores, falencias, seguro que sí, pero hay más aciertos y siempre lo que se ofrece es un lugar donde dormir y comer, algo superior para vivir que la peligrosa calle. Y quienes ofrecen ayuda y colaboración lo hacen con responsabilidad y dedicación.La próxima nota: Centros de Inclusión Social.
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